Evolución Del Cine En Honduras

Le pedimos su opinión sobre la evolución del cine en nuestro país, tanto a nivel técnico como a nivel narrativo y a nivel de producción. Antes de comenzar nos aclara que suele ser muy contradictorio en este tema, pues le alegra que cada vez hay más producciones cinematográficas en el país pero le decepciona la calidad narrativa.

“Honduras necesita aprender a contar historias”, argumenta Enrique. Existe un avance técnico, y eso no quiere decir que se renten mejores cámaras, sino que existan mejores fotógrafos, cosa que alegra a Enrique.Coincidimos en que Honduras tiene que despertar el deseo artístico y tocar el alma de su audiencia, no producir con el deseo de farandulear y ser taquilleros; “el cine es industria, pero también es arte”.  Finalmente concluyó con una profunda analogía:“Nuestras películas tienen que ser como las estelas mayas de Copán, resistentes al tiempo y que hablen de nosotros mismos".

Enrique Medrano, cineasta.

También hablamos con Jorge Osorto, famoso actor hondureño reconocido por haber participado en el 80% de los cortometrajes producidos en Honduras, quien también ha tenido experiencias como director, productor y guionista.Jorge se refiere al cine como un medio de manipulación masiva y pone de ejemplo el poder que este tuvo en el régimen nazi.

El séptimo arte es necesario para formar una identidad de nación debido a que este, aglutina todas las disciplinas artísticas y las transmite en una pantalla. Conocemos una  cultura o nación por los artefactos tecnológicos y el contexto social que el cine nos transmite. Jorge finaliza diciendo que Honduras no necesita ver cualquier cine, sino cine independiente, específicamente cine latinoamericano, ese cine que cuenta nuestras raíces e intenta sanar las heridas del pasado.

Jorge Osorto, actor.

El cine es esencial para formar una identidad nacional y regional, mediante él se plasman los deseos, rencores y anhelos de un pueblo que necesita tocar el alma del que es indiferente al dolor de sus heridas. Ver cine crea empatía social y despierta el deseo de ver, saber y hacer más, forjando artistas y críticos que desean hacer un excelente trabajo.